¿Cuántas veces a lo largo de tu vida has escuchado esta frase? En la mayoría de los casos, la respuesta es un sí rotundo. Incluso es posible que, alguna vez, la hayas utilizado, pero ¿alguna vez habías pensado en el significado de la frase? ¿Es acaso una niña menos capaz de hacer una tarea que un niño?
¿Quién no ha estado en la típica situación en la que un niño se cae y se hace daño y, como es natural comienza a llorar? Momentos después un adulto le va a ayudar y la mejor manera que encuentra es diciendo “no llores como una niña”. La realidad de la situación es que el niño llora por el dolor que le causa la caída. El hecho de ser de género femenino o masculino no le influye para nada.
Aunque actualmente este tipo de comentarios no suele ser usado con un fin insultante y muchas frases como esta están adaptadas para el uso cotidiano de la sociedad. La realidad del inicio de estas expresiones es el menosprecio de la capacidad de una niña o mujer para hacer algo.
Estoy al 100% de acuerdo contigo. Es increible como mujeres se quejan del machismo cuando son ellas las que lo fomentan cuando imitan al estereotipo de la mujer. Como es el de correr como una niña.
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