Todos los grandes pensadores, matemáticos, artistas y mismo muchas genialidades, fueron tachados de locos cuando empezaron a exponer sus teorías. La sociedad siempre ha sido incapaz de aceptar lo diferente y creyendo que lo corriente es lo ideal, sin darse cuenta de que lo fácil es pensar como todos, no destacar y que lo difícil es pensar diferente para rozar los extraordinario.


Edward Jenner, el descubridor de la vacuna contra la Viruela, que fue la primera vacuna de la historia, no era una persona corriente, conformista, creía firmemente su verdad y lucho por demostrarla y gracias a el y a su "locura" se salvaron muchas personas. Santiago Ramón y Cajal, descubridor de la neurona, algo revolucionario en la época y que hoy en día es tan solo la base de muchas investigaciones como la cura contra el Alzheimer tampoco era una persona "corriente".
Los cambios abruman a cualquiera y es difícil aceptar que lo nuevo y diferente es mejor que lo que llevas aceptado como correcto toda la vida. Pensemos que esto es una actitud del pasado pero aun hoy en día marginamos socialmente a las personas que intentan exponer algo diferente a lo que estamos acostumbrados. La GENIALIDAD siempre ha sido, es y será algo muy difícil de alcanzar y con un alto precio.